La Pedagogía del Amor y la confianza
El amor auténtico a nuestros estudiantes siempre está naciendo, si no nace todos los días entonces muere día a día.
Hay que sacar tiempo para divertirse y cultivar detalles con nuestros alumnos.
En realidad ningún detalle es pequeño, pues una palabra dulce a un alumno puede suavizar un conflicto y una palabra ofensiva puede distanciarnos.
En las relaciones interpersonales con nuestros estudiantes es necesario afianzar la confianza con la sinceridad.
Cuidar la relación pedagógica con nuestros estudiantes exige mantener vivo el diálogo, la comunicación y el respeto; así como ser tolerante con los errores de ellos, evitando el perfeccionismo y la posesividad.
Sabes amar si le das al estudiante un espacio de libertad, permitiéndole ser él mismo, en lugar de limitarlo con un egoísmo asfixiante.
Debemos vencer continuamente el monstruo de la costumbre y sólo podemos vencerlo con la energía renovadora de un amor creativo.
El buen profesor armoniza la seguridad que brinda lo estable con el asombro que despiertan los cambios, es como el árbol: fiel a su porción de tierra, pero con nuevas raíces, nuevos brotes, nuevas flores y nuevos frutos.
Debemos complementar la pedagogía tradicional con la pedagogía del amor, la letra no entra con sangre, la letra entra con amor, con cariño, con ternura.
Debemos cambiar nuestra mentalidad y nuestra actitud, debemos imprimirle una alta carga afectiva y motivacional a nuestro modo cotidiano de actuación pedagógica.
Recomendaciones prácticas para su aplicación en el aula de clases (reglas):
- Crear un clima socio - psicológico favorable y participativo con los estudiantes, proclive al aprendizaje activo y desarrollador, y a la interacción.
- Diagnosticar el nivel motivacional de los estudiantes para las actividades del proceso pedagógico.
- Constatar cómo los conocimientos asimilados por parte de los estudiantes se van personalizando progresivamente e influyen en la regulación de su conducta.
- Despertar emociones y sentimientos positivos en los estudiantes en todas las actividades docentes.
- Tener en cuenta los gustos, intereses, motivos y necesidades de los estudiantes al planificar y ejecutar las actividades docentes.
- Favorecer y estimular los éxitos individuales y colectivos de los estudiantes.
Fuente: Charles Chaplin en su poema "La sonrisa".
Una sonrisa cuesta poco y produce mucho.
No empobrece a quien la da y enriquece a quien la recibe.
Dura sólo un instante y perdura en el recuerdo eternamente.
Es la señal externa de la amistad profunda.
Nadie hay tan rico que pueda vivir sin ella.
Nadie tan pobre que no la merezca.
Una sonrisa alivia el cansancio, renueva las fuerzas.
Y es consuelo en la tristeza.
Una sonrisa tiene valor desde el comienzo que se da.
Si crees que a ti la sonrisa no te importa nada,
se generoso y da la tuya,
porque nadie tiene tanta necesidad de la sonrisa,
como quien no sabe sonreír.
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